miércoles, 8 de diciembre de 2010

2.6. EDUCACIÓN Y LIBERTAD


FUENTE:
Martínez Cano Rafael (2010)
México, Documento Original.

En filosofía I vimos que libertad se define como “la capacidad y posibilidad de elección entre varias opciones”. Hicimos notar la autodeterminación voluntaria del ser humano para escoger entre una infinidad de posibilidades en la vida lo que desea, por ejemplo, un proyecto de vida; es decir; debemos darnos cuenta que somos libres de hacer, o no, una obra de arte de nuestra propia vida, porque cada uno construye su propio destino, pues esta libertad conlleva también la responsabilidad de la conducta y la prudencia con que actuemos a lo largo de la vida.

En el Núcleo Temático I de Filosofía II hemos visto que algunos filósofos han negado la existencia de la libertad debido a la idea determinista según la cual sólo la naturaleza o realidad es libre, porque existe y produce su propia actividad por la sola necesidad natural.

El quehacer humano se revela voluntariamente asumido, es una forma clara de evidenciar la libertad de esfuerzo, de valoración y opción humana libremente asumida. El resultado al final de la vida será meritorio para cada sujeto si estuvo presente el imperio de la libertad.

Educación, en general; “es la formación del ser humano”, la maduración del individuo, el logro de su formación integral, es la transmisión de la cultura con la finalidad de su perfeccionamiento.

En la educación humana, se transmite de generación en generación la técnica y el humanismo, se pretende desarrollar las facultades intelectuales y morales en el marco de la libertad.

En la escuela sólo se pueden enseñar los usos responsables de la libertad, no aconsejar a los alumnos que renuncien a ella. Fernando Savater

Según el pedagogo brasileño Paulo Freire, “el ser humano debe despertar a su realidad social, a través de una educación liberadora o de concientización que lo hagan descubrir y sobrepasar las alienaciones y las coacciones a que está sometido y se torne consciente de su historia.”

La educación, como práctica de la libertad, es un acto de conocimiento, una aproximación critica a la realidad; es una acción reflexiva que se basa en la relación de nuestra conciencia con el mundo en que estamos comprometidos éticamente con los demás, en el que el ser humano se mantiene en un constante hacerse, en el que tiene la capacidad de elección entre varias opciones. Esto es, el ser humano tiene la capacidad y posibilidad de determinarse y de liberarse de múltiples sujeciones, apoyando su decisión en criterios racionales.

La educación oral, por lo tanto, es el camino para la afirmación y la posesión de un espíritu libre de pasiones o afecciones humanas que mantienen al ser humano determinado o cautivo.

La libertad es el requisito previo y esencial al acto moral. De modo que si se carece de libertad para actuar de manera positiva o negativa, entonces no podemos fincar responsabilidad a una persona por las consecuencias de sus actos cometidos. En la medida en que tenemos libertad para actuar, de acuerdo con nuestras convicciones y principios, en esa misma medida somos responsables de nuestros actos.

La responsabilidad consiste en la capacidad que tenemos de responder por nuestros propios actos libres y conscientes, así como de las consecuencias que se deriven de estos.

Existen circunstancias que atenúan o eximen la responsabilidad de los actos de una persona; por ejemplo, la incapacidad mental, y lo mismo puede decirse de un niño que, jugando con una pistola, disparó y mató a una persona. En este caso el niño está exento de responsabilidad, pero no así el adulto que imprudentemente dejó el arma a su alcance.

El adulto es responsable de estar determinado o libre de vicios, de la violación o respeto de las normas; dado que la ignorancia de las leyes, en caso de haber cometido un delito, no deja a nadie libre de sanción. De lo anterior cabe precisar que toda sociedad prepara a sus integrantes para convivir armónicamente en ella; el humano que sólo sigue sus propios instintos por querer ser más libre, termina perdiendo su libertad al volverse esclavo de sus apetitos. Una persona que no domina sus pasiones y apetitos termina por no poder pensar en otra cosa; por tanto, debemos decidir nosotros lo que queremos ser y hacer o no, y no permitir que los vicios se conviertan en nuestros amos.

El verdadero camino del conocimiento de la libertad consiste en conservar y aumentar el dominio sobre nosotros mismos, sin olvidar la gran decisión, el compromiso más importante, nuestro proyecto de vida, en el que apostamos nuestro ser.
Una persona sin proyecto de vida es una persona sin libertad, o al menos con una libertad atrofiada. Una persona con un proyecto de vida equivocado, autodestructivo, está destinada a fracasar como ser humano.

Una manera segura de conducirse éticamente es guiarse con la regla de oro de la filosofía, “haz a los demás lo que quieras que te hagan”.

La educación y la libertad son elementos indispensables en la formación humana, pues de ellos depende en alguna medida la responsabilidad de actuar bien o mal. A la manera del existencialismo, la libertad empieza cuando decimos que el ser humano elige; con esto entendemos que cada uno de nosotros se elige, pero también queremos decir que al elegir uno elige también a los demás. En efecto, no hay ninguno de nuestros actos que, al formar al ser que queremos ser, no cree al mismo tiempo una imagen del ser humano tal como consideramos que debe ser. Elegir ser esto o aquello es afirmar al mismo tiempo el valor de lo que elegimos libremente; no podemos equivocarnos eligiendo mal, porque lo que elegimos no sólo lo elegimos para nosotros, sino también para todos los demás.

Cada humano a través de sus actos es un legislador, cada acto que elige para sí lo está eligiendo para toda la humanidad y no hay forma de escapar de esta libertad, dado que los actos también suponen responsabilidad.

Según el existencialismo, la angustia que se presenta al tomar conciencia de la libertad y la responsabilidad se debe a que el humano no es más que lo que hace de sí mismo; es decir, estamos solos en nuestra decisión, en cada uno de nuestros actos estamos modelando al ser humano que queremos ser, pero también estamos modelando el tipo de humanidad que queremos en el futuro.


Como actividad complementaria al contenido temático ya visto, y en apoyo a las actividades del Programa de Acreditación en Grupos Colaborativos (PAC), debes de realizar las siguientes actividades:
1. Resumen del tema, que deberá de ser como mínimo, media cuartilla y como máximo una cuartilla.
2. Realizar un cuadro o un mapa conceptual sobre tema revisado.
3. Como aplicarías el tema en tu vida cotidiana.

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